Como ya sabes, el precio de la electricidad sube y baja. Solemos hacer cambios en nuestra empresa, cuando adquirimos maquinaria nueva por ejemplo. A veces debemos ampliar el cuadro de mando y protección añadiendo circuitos nuevos. Cuando esto ocurre algunas empresas cambian su tarifa de electricidad a veces sin saber que se contrata. Ésto quiere decir que tener más potencia de la necesario no es bueno y tener menos tampoco. Adaptando la potencia a las necesidades de la empresa se puede ahorrar de manera considerable, ya que las empresas tienen más margen de ahorro.
La verdad y nada más que la verdad sobre adaptar la potencia para tu empresa
Hoy verás algunos términos relacionados para adaptar la potencia para tu empresa. Son mayormente relevantes para hacerte una idea de si estás pagando de más.
El término de potencia en sí, es decir, el precio de la potencia contratada según la tarifa multiplicado por la potencia contratada, junto con el término de energía es uno de los puntos destacados a tener en cuenta a la hora de saber el importe de nuestra factura de la luz.
Antiguamente no eran términos demasiado importantes, ya que el importe final no era de considerar en el coste total de nuestra factura de electricidad. Hoy en día los precios han ido subiendo de manera exponencial pero regulada.
Un ejemplo gráfico, los precios de potencia en la Orden IET_2011_3586 para una tarifa habitual, es decir, la tarifa 2.0A. eran de 16,6331290€ por kW al año, ahora son de 38,0434260€ en la Orden IET_2014_2444.
¿Qué debería hacer?
Normalmente la potencia contratada de las empresas es la que viene con el boletín eléctrico de su instalación.
Para un negocio o empresa no existe el problema de quedarse sin energía eléctrica por sobrepasar el consumo. La empresa paga una penalización por sobrepasar la potencia contratada. Ésta es la tarifa 3.0A, la cuál su forma de facturación es más compleja que otras tarifas más habituales, por eso debes adaptar la potencia contratada para tu empresa.
Necesitamos optimizar y adaptar nuestra potencia a la que realmente necesitamos, ya sea aumentando o reduciendo. Aumentando no pagaríamos penalización, por lo que nos ahorraríamos un pico bastante importante. Si te pasas pagarías de más, disminuyendo estaríamos pagando menos por lo mismo. Pero cuidado con pasarse reduciendo, ya que podriamos pagar penalización por excesos.